PESTE DE ATENAS (430 A.C.): Epidemia que duraría poco más de cuatro años y perecerían unos 100.000 habitantes. Fue la más devastadora del mundo griego. Según investigaciones actuales, pudo tratarse de Fiebre tifoidea, Viruela, Sarampión o Peste bubónica, entre otras posibles.

PESTE ANTONINA: Entre los años 165 y 180, ocurrió esta epidemia devastadora, que afectó a Roma, y se extendió por toda Italia, llegando incluso a Galia, una región de la Europa occidental, actualmente ocupada por Bélgica, Francia el oeste de Suiza, el norte de Italia y zonas de Alemania y los Países Bajos al oeste del Rin. Investigadores han descartado que se tratase de la Peste bubónica y/o la Fiebre tifoidea, ya que en la descripción de Galeno, no se aprecia la existencia de bubones en las axilas y ganglios. Según él, el sarpullido, se presenta siempre en la etapa de las pústulas. Hoy se sabe, de acuerdo a las descripciones de Galeno, que ese síntoma junto a otros, están presentes en la Viruela y no en otras enfermedades; por tanto, podría corresponder a una Viruela de tipo hemorrágica

PESTE BUBONICA (Peste negra): Esta epidemia ha tenido tres brotes: El primero (siglo VI), conocido como “La plaga de Justiniano”, que afectó al Imperio Romano de Oriente. El segundo  (1.340 – 1.400), considerado el más violento, afectó a toda Europa. El tercero (1.855 – 1.959), afectó a China, India, Hawái y Australia. El segundo y el tercer brote son considerados pandemias.

Esta patología ocurre, tras el ingreso en el organismo, por la picadura de una pulga infectada, la bacteria, Yersinia pestis, la cual, alcanza un ganglio linfático donde comienza a reproducirse. Los bubones (uno o más ganglios linfáticos infectados, agrandados y dolorosos) asociados a la peste, se encuentran comúnmente en las axilas, la parte superior del fémur, la ingle, y la región del cuello.

VIRUELA: Según algunos historiadores,  creen que la Viruela apareció en el noreste de Africa, alrededor del año 10.000 A.C. Por otra parte, los investigadores de las momias egipcias, al observar en algunas de ellas, que datan de entre los años 1.100 al 1.580 A.C., la presencia de  erupciones de la piel, típicas de esta enfermedad, darían crédito a las teorías que, Egipto antiguo, era una región temprana con Viruela endémica.

Existe evidencia de su manifestación, por medio de la descripción de los síntomas, en China (siglo IV), la India (siglo VII), sudoeste asiático (siglo X) y en Europa (entre los siglos V y VII).

Esta Pandemia, llegó a las Américas junto a los conquistadores, entre los siglos XV y XVIII; instancia que disminuyó enormemente las poblaciones de los imperios indígenas, Aztecas e Incas, entre un 60 y 90%.

Es una enfermedad viral grave, producida por el Variola virus, que se transmite fácilmente de una persona a otra por las gotas de saliva. Su propagación también puede darse por ropa de cama, como las sábanas, y también por las prendas de vestir. Es más contagiosa durante la primera semana de la infección y puede seguir siendo contagiosa hasta que caigan las costras de la erupción. El virus puede permanecer vivo entre 6 y 24 horas.

En el año 1.796, el investigador y médico rural inglés, Edward Jenner, considerado el padre de la inmunología, inventó o descubrió una solución contra la Viruela: Una vacuna. Desde entonces, las personas recibían la vacuna contra esta enfermedad. Sin embargo, esta patología ha sido erradicada, de manera natural, desde 1.979. En 1.980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a todos los países detener la vacunación contra la Viruela.

Un dato alarmante: Cabe mencionar que, hoy en día, existe una preocupación latente de que el virus de la Viruela se pueda propagar deliberadamente en forma de rociado (aerosol), como parte de un ataque terrorista.