El incremento sin precedentes en la población penal de la cárcel de Chillán genera preocupación entre funcionarios y autoridades locales, quienes señalan una serie de desafíos que van desde la sobrepoblación hasta tensiones territoriales y culturales.

La cárcel de Chillán se encuentra en una situación crítica con una población penal que alcanza un récord histórico de 700 reos, según datos recientes de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup). Este aumento en la población ha generado preocupación entre los funcionarios, quienes expresan su inquietud por la falta de respuesta por parte del Gobierno en términos de refuerzos en personal y seguridad.

Además de la sobrepoblación, la cárcel enfrenta problemas adicionales, como el aumento de riñas y lesiones, atribuidas en parte al incremento de presos preventivos extranjeros. Según la Anfup, esta población carcelaria extranjera, que representa el 42% del total de judicalizados, ha introducido una cultura carcelaria más agresiva, lo que ha exacerbado las tensiones dentro del recinto.

La situación no es exclusiva de la cárcel de Chillán, ya que otras instituciones penitenciarias de la región de Ñuble también enfrentan desafíos similares. El aumento de presos preventivos a nivel nacional, que actualmente supera los 19 mil individuos, plantea interrogantes sobre las políticas judiciales y penales del país.