Comienza el plan piloto del programa que impulsa INIA e INDAP en torno a la promoción y fortalecimiento de la producción sustentable de cultivos tradicionales
El plan tiene como objetivo el aumentar la superficie de cultivos de leguminosas y cereales para su disponibilidad en el mercado interno y será desarrollado en conjunto por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP). La primera etapa del proyecto comenzó con equipos de profesionales de ambas instituciones compartiendo la información a los productores beneficiados.
El pasado jueves 5 y viernes 6 de enero se realizaron encuentros participativos en las comunas de Curepto, Longaví y Parral con la finalidad de exponer sobre esta iniciativa que verá su inicio en la región del Maule. Recordemos que la firma del convenio entre el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) fue firmado el pasado 15 de diciembre con la visita del Ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, a la comuna de Longaví.
EL PILOTO DEL PROGRAMA
Con motivo de extrapolar el programa al resto del país, la región del Maule se convierte en la primera en implementar el piloto, en el cual participarán 145 pequeños productores de las regiones del Maule y Ñuble acreditados ante INDAP. El instrumento entregará asesorías técnicas bajo ámbitos claves del Minagri; competitividad para abordar costos, producción y comercialización, y sustentabilidad, a través de equipos de expertos de INIA que impulsarán prácticas para proteger el suelo e implementar técnicas que mitiguen la producción de gases de efecto invernadero.
En estos encuentros, que se convierten en los primeros hitos del programa, estuvieron presentes distintas autoridades del ámbito nacional, como la Directora Nacional de INIA, Iris Lobos Ortega, y el Subdirector de Investigación de la misma institución, Christian Alfaro Jara. También, en el ámbito regional, asistió la Directora Regional de INIA Raihuen, Carmen Gloria Morales, y el Director Regional (s) de INDAP, Luis González Farías, con el propósito de presentar detalles de la iniciativa ante los pequeños productores que serán beneficiados por el proyecto y responder las dudas que pudieran suscitar sobre la marcha del plan.
Irina Díaz, Subdirectora Regional de I+D+i, será la encargada de llevar el programa, quién indica que la labor de la institución “será la de entregar el conocimiento que hemos producido a través de los años en el manejo de cultivos tradicionales, que son la base de la alimentación en nuestro país”. Agrega, además, que el enfoque será abordar las problemáticas de los rubros de cereales y leguminosas “con visión de sistema productivo, proponiendo mejoras y avances tecnológicos que sean económicamente viables, amigables con el medio ambiente y respetando el conocimiento de los productores, realizando aportes desde la ciencia para adaptarnos a los diversos cambios medioambientales”.
Durante este 2023, la implementación del programa permitirá la realización de 1875 asesorías técnicas distribuidas en el territorio. Del mismo modo, apoyará el financiamiento de 4.000 proyectos a nivel nacional para aquellas personas que busquen complementar el cofinanciamiento de los incentivos prediales. Según indican desde INDAP, la entrega de estos beneficios será gradual a través de los años, proyectándose que para 2026 se apoye a más de 12.000 pequeños productores.
ANTECEDENTES
La disminución de la superficie de cereales y leguminosas cultivadas por la Agricultura Familiar Campesina (AFC) ha sido una preocupación constante en los últimos años, sobre todo considerando que este es el principal segmento productor del rubro.
Sin ir más lejos, cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) muestran que, al comparar la temporada 1979/80 respecto de su símil 2021/2022, el total de hectáreas ha ido en descenso: el trigo disminuye de 545.740 a 187.878 hectáreas; el maíz baja de 109.600 a 55.122; el arroz cae desde 28.230 a 20.712. A su vez, el poroto desciende de 25.870 a 6.230; el garbanzo de 3.840 a 101; las lentejas de 910 a 1.346; y la papa de 56.000 a 36.573.
A esto se le suma los pronósticos mundiales que proyectan una población de 9.700 millones de personas para el año 2050, lo que se traduciría en un aumento del 50% de la demanda de alimentos en el mundo en un escenario de cambio climático, crisis hídrica y suelos limitados. Es por esto que desde el Ministerio de Agricultura se está invirtiendo en políticas como esta, las que garanticen la seguridad y soberanía alimentaria desde una perspectiva sostenible con el medio ambiente.