• El deportólogo de Clínica Meds, Doctor César Kalazich, afirmó que para las personas con factores de riesgo un smartwatch puede ser de utilidad porque permite manejar las frecuencias cardíacas que marcan la intensidad.

A propósito del mes del Corazón, es importante recordar a los amantes del deporte- amateur o profesional- algunos de los cuidados a tener en cuenta, sobre todo considerando que las enfermedades cardiovasculares corresponden a la principal causa de mortalidad en Chile, representando cerca de un tercio del total.

Si bien en su mayoría se pueden prevenir incorporando al estilo de vida una alimentación saludable, actividad física, eliminando el consumo de cigarro y reduciendo el de alcohol, mantenerse monitoreados para evitar sobre exigirse al momento de entrenar o bien para la rutina diaria, es un aporte. Esto, por que una precisa medición de distintos parámetros, (cuantificar el esfuerzo, fijar objetivos, monitoreo del sueño, saturación de oxígeno, frecuencia cardíaca, entre otros) potenciada por sus sensores, entrega información las 24 horas del día, lo que pueden alertar al usuario, que conoce su cuerpo y sus mediciones cotidianas, de alguna anomalía que lo motive a consultar a un médico.

Sobre la importancia del monitoreo cardíaco, el doctor César Kalazich, deportólogo Clínica Meds, comentó que  “con los ejercicios, tanto aeróbicos como de fuerza, hay que partir de menos a más. A las personas con factores de riesgo, por ejemplo, que necesitan prescripción de ejercicios en cuanto a intensidad y volumen, un smartwatch les es útil porque permite manejar bien las frecuencias del corazón que marcan la intensidad”.

En este marco, Tomás de Gavarado, piloto de Rally Cross Country, que utiliza el Fénix 7 de Garmin -el cual posee tecnología de frecuencia cardiaca óptica que permite conocer la variabilidad del latido, la intensidad de la actividad y calcula el nivel de estrés, y funciona bajo el agua sin necesidad de usar una correa de frecuencia cardiaca- cuenta que tanto en los entrenamientos como en las competencias, revisa la información en tiempo real y luego las estadísiticas que le arroja para comparar y definir futuras acciones.

“El reloj es cómodo, liviano, me permite andar en moto y medir la frecuencia cardiaca. Luego en la App ver los parámetros y comparar con los entrenamientos previos. Para mi lo más importante son las zonas de frecuencia cardiaca, es decir si me paso de 160 latidos por minuto o los bajo y ahí trabajar en la exigencia deportiva”, comentó De Gavardo.

El deportista también destacó que le permite controlar el tiempo de recuperación, “incluso tiene en cuenta la intensidad del entreno y factores como el estrés, la actividad diaria y el sueño, y gracias a la aplicación Resistencia en tiempo real, evita esforzarse de más al empezar una carrera o hacer ciclismo, lo que permite realizar un seguimiento y gestionar el esfuerzo para evitar lesiones, baja del metabolismo, aumento de la frecuencia cardíaca matinal, lentitud en la recuperación post entenamiento e incluso dificultad para dormir”.

                 El doctor Kalazich añadió  que “si bien sabemos que un smartwatch no es un dispositivo médico, de todas maneras permite conocer las variables que generen una alerta. Si el reloj, por ejemplo, marca una baja oxigenación o un aumento inusual en la frecuencia cardíaca, es un llamado de atención”.