Entre las medidas para la descontaminación atmosférica, se establece una mesa de trabajo entre el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) y la Seremi de Medio Ambiente, para promover los subsidios del Estado que apuntan al acondicionamiento térmico de viviendas y reconversión de calefactores

El último de tres talleres consecutivos de Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), en esta oportunidad de Instrumentos de Planificación Territorial de Ñuble, fue llevada a cabo por la Seremi de Medio Ambiente, dirigida principalmente a todos los Organismos de Administración del Estado (OAE) con competencia ambiental de la región y que tiene como objetivo principal conocer, analizar y evaluar los Factores Críticos de Decisión (FCD), Opciones de Desarrollo (OD) y las directrices en el proceso metodológico para aplicar adecuadamente la Evaluación Ambiental Estratégica, junto a criterios de desarrollo sustentable y objetivos de planificación ambiental.

 

En este último modulo se analizó, como ejemplo la EAE de la actualización del Plan Regulador Intercomunal, donde se concluyó la importancia temprana de analizar la sostenibilidad de la planificación territorial a través de la EAE, considerando que uno de los principales problemas de las áreas urbanas de ese sector es la contaminación ambiental, lugar donde se concentra un 90,9 por ciento de la población de Chillán y Chillán Viejo, provocadas, principalmente, por las fuentes fijas de emisión, correspondiente al uso domiciliario de calefactores a leña. Un tema que se considera crítico, puesto que la exposición prolongada a contaminantes como el CO2, tanto anual como diaria, podría tener efectos adversos en la salud de la población.

 

Entre las medidas para la descontaminación atmosférica, se establece una mesa de trabajo entre el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) y la Seremi de Medio Ambiente, para promover los subsidios del Estado que apuntan al acondicionamiento térmico de viviendas y reconversión de calefactores, para propiciar acuerdos de producción limpia.

 

Esta mesa de trabajo permite identificar y monitorear la entrega de subsidios de acondicionamiento térmico y de recambio de calefactores, con el objetivo de incrementar, mantener o disminuir dichos aportes estatales, en función de los requerimientos ambientales, considerando que el Programa de Recambio de Calefactores (PRC) se ejecuta gracias a los recursos aportados por el Gobierno Regional.

 

El Seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño, destacó que como entidad ‘estamos agradecidos del aporte técnico que hemos tenido en estos talleres que nos ayudan a tener una visión de futuro para Ñuble. Lo más importante es generar con el tiempo los elementos que sean necesarios dentro de las temáticas ambientales, para tener instrumentos más robustos y coherentes para el desarrollo sustentable de la región’.

 

En el taller también se analizaron y definieron los factores críticos a evaluar en una zona de riesgo, cómo se analizan y se miden con la participación de distintos órganos en el proceso.

 

Dentro de los efectos ambientales en la región, se entregaron dos opciones de desarrollo, donde se dieron a conocer riesgos y oportunidades, además de las medidas concretas que se deben tomar.

 

Andrea Leiva, jefa de Oficina de Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, señaló que ‘un ejemplo de riesgo en nuestra región es el incremento de la densidad proyectada en el borde costero, que posibilita una mayor cantidad de población expuesta a riego de maremoto y tsunami. Ante esto una oportunidad sería definir una mayor provisión de vías de evacuación’.

 

Como conclusión del taller se estableció que, en los Factores Críticos de Decisión de adopción de riesgo físico y antrópico, en los riesgos se establece una mayor cabida de población en sectores de pendiente no consolidados expuestos a riesgos de remoción en masa y se considera una menor provisión de vías de evacuación ante eventos de maremoto o tsunami.

 

En tanto, en las oportunidades, se reduce la población expuesta a riesgos al condicionar el uso de suelo del borde costero, así mismo, se controla la cabida de la población en los sectores de quebrada que presentan una alta amenaza de incendios forestales.